Donald Trump ha confirmado que no participará en los debates presidenciales primarios republicanos de esta semana, argumentando que los estadounidenses lo conocen lo suficientemente bien como para no necesitar un enfrentamiento público con sus rivales para la Casa Blanca. En un mensaje en su plataforma Truth Social, Trump destacó lo que llamó un récord enormemente exitoso como presidente y su popularidad entre el pueblo estadounidense. «¡POR LO TANTO, NO PARTICIPARÉ EN LOS DEBATES!» declaró.
El primer debate en la carrera por la nominación presidencial republicana de 2024 está programado para el miércoles en Milwaukee, Wisconsin. En su publicación, Trump mencionó las últimas encuestas que lo sitúan muy por delante del campo republicano, con un 62 por ciento de los encuestados que votarían por él, a pesar de las cuatro acusaciones en su contra este año, incluyendo cargos relacionados con su intento de subvertir la democracia estadounidense al tratar de anular las elecciones de 2020.
El ex presidente de 77 años, que rara vez está fuera de los titulares, había sido vocal sobre la posibilidad de saltarse el debate en Milwaukee, temiendo compartir el centro de atención con rivales que tienen menos apoyo en las encuestas. Incluso en su ausencia, Trump será blanco de críticas por parte de sus oponentes debido a los cuatro juicios penales y tres juicios civiles que enfrenta por acusaciones relacionadas con su presidencia plagada de escándalos.
Siete otros candidatos han calificado para el debate, incluyendo a los gobernadores estatales DeSantis y Doug Burgum, el ex vicepresidente Mike Pence, la embajadora de Trump ante la ONU, Nikki Haley, y el senador de Carolina del Sur, Tim Scott. Aunque Trump domina el campo, algunas personas cercanas a él se preocupan de que su ausencia le dé a sus rivales la oportunidad de crear un momento viral y ganar impulso en la campaña.