Un problema técnico en el sistema de control de tráfico aéreo del Reino Unido causó retrasos y cancelaciones en vuelos de todo el mundo en uno de los días de viaje más concurridos del año. La interrupción se debió a un fallo que afectó la capacidad de procesar automáticamente los planes de vuelo, lo que obligó a realizar la entrada manual de esta información, un proceso más lento. National Air Traffic Services (NATS), el operador de control de vuelo, identificó y solucionó el problema después de más de tres horas.
Esta interrupción afectó a miles de viajeros aéreos en el Reino Unido y en otros lugares, generando retrasos significativos en los despegues y aterrizajes. Eurocontrol, la autoridad europea de tráfico aéreo, advirtió sobre «retrasos muy altos», y aeropuertos dentro y fuera del Reino Unido informaron a los pasajeros sobre posibles retrasos y cancelaciones. Heathrow, el aeropuerto más concurrido de Europa, informó que los «problemas en el espacio aéreo nacional» estaban causando interrupciones en los vuelos.
A pesar de la solución al problema técnico, las aerolíneas, incluyendo British Airways, tuvieron que realizar cambios significativos en sus horarios y aconsejaron a los pasajeros verificar el estado de sus vuelos antes de dirigirse al aeropuerto. El incidente generó preocupaciones entre los viajeros y recordó la importancia del funcionamiento ininterrumpido de los sistemas de control de tráfico aéreo para garantizar un flujo eficiente y seguro de vuelos.