Un incendio forestal que amenazaba la localidad de Hay River, en el noroeste de Canadá, recibió una importante ayuda de la naturaleza el pasado fin de semana. Según informaron las autoridades, la zona afectada por el fuego registró entre 15 y 25 milímetros de lluvia, lo que contribuyó a reducir la intensidad y el avance de las llamas.
El incendio, que se inició el pasado 9 de septiembre por causas desconocidas, ha consumido más de 27 mil hectáreas de bosque y se encuentra a unos 15 kilómetros al sur de Hay River, una comunidad de unos 3.500 habitantes. El fuego ha obligado a evacuar a unas 200 personas que viven en las afueras de la localidad, así como a cerrar varias carreteras y cortar el suministro eléctrico.
El jefe de bomberos de Hay River, Ross Potter, dijo que la lluvia ha sido una “bendición” para los más de 100 efectivos que trabajan en el combate del incendio. Potter señaló que la humedad ha permitido crear líneas de contención alrededor del fuego y evitar que se propague hacia las zonas pobladas. Sin embargo, advirtió que el incendio aún no está controlado y que se necesita más lluvia para extinguirlo por completo.
El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales del noroeste canadiense, Shane Thompson, agradeció el esfuerzo de los bomberos y el apoyo de otras provincias y territorios que han enviado recursos humanos y materiales para ayudar en la emergencia. Thompson dijo que el gobierno está monitoreando la situación y que espera poder levantar la orden de evacuación lo antes posible.