El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha afirmado que hay “preocupaciones reales” sobre la injerencia extranjera en su país, lo que impide mejorar las relaciones con China. Trudeau ha hecho estas declaraciones en una entrevista, en la que ha hablado sobre la situación de los dos ciudadanos canadienses detenidos en China desde hace casi tres años.
Michael Kovrig y Michael Spavor fueron arrestados en China en diciembre de 2018, poco después de que Canadá detuviera a la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, a petición de Estados Unidos. China acusa a los dos canadienses de espionaje, mientras que Canadá y sus aliados consideran que se trata de una medida arbitraria y coercitiva.
Trudeau ha dicho que su gobierno está trabajando “incansablemente” para lograr la liberación de Kovrig y Spavor, y que ha habido algunos avances en las negociaciones con China. Sin embargo, ha reconocido que hay otros factores que dificultan el diálogo entre los dos países, como la injerencia extranjera en los asuntos internos de Canadá.
“Tenemos preocupaciones reales en torno a la injerencia extranjera en nuestras instituciones democráticas, en nuestra capacidad de tomar decisiones soberanas”, ha dicho Trudeau. “Y eso es algo que tenemos que seguir defendiendo y protegiendo”, ha añadido.
El primer ministro no ha especificado a qué tipo de injerencia se refería, pero algunos expertos han señalado que China podría estar detrás de algunas campañas de desinformación y presión sobre temas sensibles para el gigante asiático, como Hong Kong, Taiwán o los derechos humanos.
Trudeau ha afirmado que Canadá quiere tener una relación “constructiva y positiva” con China, pero que también tiene que defender sus valores e intereses. “No vamos a ceder ante la coerción o la presión de ningún país”, ha asegurado.