Un terremoto de magnitud 7,1 sacudió el viernes por la noche Marruecos, causando más de 2.000 muertos y cientos de heridos en el país norteafricano. El sismo, que tuvo su epicentro a unos 70 kilómetros al suroeste de Marrakech, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, se sintió con fuerza en la ciudad turística y en otras zonas del país.
Canadienses que se encuentran en Marruecos describieron el terremoto como “absolutamente increíble” y “aterrador”. Fiona Richards, de Nelson, que está de vacaciones en la parte antigua de Marrakech, dijo que ella y sus amigos de Vancouver estaban en un patio abierto de una casa cuando empezó a temblar. No estaban seguros de que fueran a sobrevivir.
“Durante el estruendo, nos escondimos bajo un marco de una puerta abrazándonos. Estábamos aterrorizados, la casa se movía tanto, era como si los suelos se movieran”, dijo Richards en una entrevista telefónica el sábado. “Había olas en la piscina. Pensamos que seguro que se caían las paredes. No esperábamos salir de esto sin daños”.
Cuando se detuvo, Richards dijo: “Podíamos oír gritos y llantos… fue horrible”. Su casa de alquiler se escapó con solo unas pocas grietas nuevas, dijo Richards, pero los ladrillos se cayeron de la casa de sus vecinos y tienen demasiado miedo para volver a entrar. Muchos edificios se han derrumbado, dijo, y la gente duerme fuera en las calles u otros espacios públicos. En los mercados, el trabajo de vidrio de los artesanos está todo roto.
Serge Sasseville, concejal de la ciudad de Montreal que también está en Marruecos de vacaciones, dijo que estaba justo fuera del centro de Marrakech en el momento del terremoto. Sassevilee dijo que él y la gente que le rodea están a salvo pero “todavía conmocionados”.
“La gente estaba bebiendo y comiendo y todo el mundo se lo estaba pasando bien, pero de repente… empezó la pesadilla”, dijo Sasseville por teléfono desde su habitación de hotel en la ciudad interior. “Pensé que alguien me estaba gastando una broma y me quitaba la alfombra de debajo del asiento porque era como si el suelo se hubiera barrido debajo de mis pies”.
“Fue absolutamente increíble”, añadió. Dijo que vio edificios dañados y gente reunida en parques y patios escolares cuando volvía a su hotel en el centro el sábado por la mañana temprano. El barrio alrededor de su hotel no estaba muy dañado.
Un comunicado del sábado del Ministerio de Asuntos Globales de Canadá dijo que no tiene conocimiento de ningún ciudadano canadiense herido o muerto en el terremoto, y que la ministra de Asuntos Exteriores, Melanie Joly, ha estado en contacto con el personal de la embajada canadiense en Marruecos, que están todos a salvo y localizados.
El comunicado dijo que hasta ahora, 4.763 personas en Marruecos se han registrado en la base de datos del Registro de Canadienses en el Extranjero.