Las relaciones entre India y Canadá se han deteriorado después de que el primer ministro indio, Narendra Modi, criticara al gobierno canadiense por su apoyo a los grupos separatistas sijes que abogan por la creación de un estado independiente llamado Khalistán. Según un artículo de Moneycontrol, Modi llamó por teléfono al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el 8 de diciembre de 2020 y le expresó su malestar por la interferencia de Canadá en los asuntos internos de India.
El motivo de la llamada fue la participación de Trudeau y otros ministros canadienses en una manifestación virtual organizada por los partidarios del Khalistán el 30 de noviembre de 2020. En dicha manifestación, Trudeau expresó su solidaridad con los agricultores indios que protestaban contra las reformas agrarias del gobierno de Modi. Sin embargo, muchos de los manifestantes portaban pancartas y banderas con el símbolo del Khalistán y coreaban consignas contra India.
Modi consideró que esta actitud era una violación de la soberanía y la integridad territorial de India, y le recordó a Trudeau que el Khalistán era una amenaza para la seguridad nacional y el orden público. Además, le advirtió que este tipo de acciones podían tener un impacto negativo en las relaciones bilaterales entre ambos países, que ya se habían visto afectadas por otros incidentes en el pasado.
Entre estos incidentes se encuentran la negativa de Canadá a extraditar a los sospechosos del atentado contra el vuelo 182 de Air India en 1985, que causó la muerte de 329 personas; la invitación al exmilitante sij Jaspal Atwal a un evento oficial con Trudeau durante su visita a India en 2018; y la inclusión de los sijes como una comunidad potencialmente violenta en un informe sobre terrorismo del gobierno canadiense en 2019.
Tras la llamada de Modi, Trudeau se mostró molesto y decepcionado, y defendió su derecho a expresar su opinión sobre cualquier tema que afectara a los derechos humanos. Asimismo, reiteró su apoyo a la unidad e integridad territorial de India, pero también a la libertad de expresión y protesta pacífica. Además, afirmó que Canadá tenía una larga y estrecha relación con la comunidad sij, que representaba una parte importante de la sociedad canadiense.
El artículo concluye que las relaciones entre India y Canadá se han visto dañadas por la postura pro-khalistaní del gobierno canadiense, que ha irritado al gobierno indio. Así, ambos países han perdido una oportunidad de fortalecer sus vínculos económicos, comerciales y culturales, y de cooperar en temas globales como el cambio climático, la salud pública y la seguridad regional.