La inflación de Canadá alcanzó el 4,1% en agosto, el nivel más alto desde 2003. Los precios de la energía fueron uno de los principales factores que impulsaron el aumento del costo de la vida, y la provincia de Alberta fue la más afectada por esta tendencia.
Según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), los precios de la energía en Alberta subieron un 23,6% interanual en agosto, el mayor incremento entre todas las provincias. Los precios de la gasolina, el gas natural y la electricidad se dispararon debido a la alta demanda, la escasez de suministro y las condiciones climáticas extremas.
Los consumidores de Alberta que están en planes regulados de electricidad (RRO, por sus siglas en inglés) verán aumentar su factura a partir del 1 de abril, cuando termine un programa del gobierno provincial que estableció un techo de 13,5 centavos por kilovatio hora para enero, febrero y marzo. El costo real de la electricidad fue entre 20 y 33 centavos durante esos meses, y la diferencia tendrá que ser pagada por los clientes en un plazo de 21 meses.
Los albertanos también tuvieron que afrontar aumentos en otros rubros, como los alimentos, la vivienda y el transporte. El IPC muestra que los alquileres en Calgary aumentaron un 7,5% interanual en febrero, mientras que el costo de comprar una casa también subió. El transporte público también se encareció un 5% en agosto.
La inflación de Alberta fue ligeramente inferior a la media nacional, con un 4% en agosto. Sin embargo, esta cifra sigue siendo muy superior al objetivo del Banco de Canadá, que es mantener la inflación cerca del 2%. El banco central ha mantenido las tasas de interés bajas para estimular la recuperación económica tras la pandemia, pero algunos analistas advierten que podría tener que subirlas pronto para contener la presión inflacionaria.
El gobierno de Alberta ha anunciado algunas medidas para aliviar la carga financiera de los consumidores, como extender y ampliar el programa de ayuda para el pago de servicios públicos y reducir temporalmente el impuesto sobre el combustible. Sin embargo, estas medidas podrían no ser suficientes para compensar el impacto de la inflación en el poder adquisitivo de los albertanos.