El gobierno de Biden anunció el miércoles por la noche que otorgaba protección a cientos de miles de venezolanos que ya se encuentran en el país. La medida responde a la intensa presión política de sus compañeros demócratas, que reclaman una solución para la creciente llegada de migrantes a la frontera.
La protección que se concede a los venezolanos es el llamado estatus de protección temporal (TPS, por sus siglas en inglés), que les permite trabajar y vivir legalmente en Estados Unidos sin temor a ser deportados. El TPS se aplica a los venezolanos que llegaron al país antes del 31 de julio de 2023 y que cumplan ciertos requisitos.
Además del TPS, el gobierno de Biden también anunció que aceleraría las autorizaciones de trabajo para las personas que hayan llegado recientemente al país y que sean elegibles para obtener un permiso de trabajo. Esta medida busca aliviar la situación de los migrantes que se encuentran en centros de acogida o bajo custodia federal.
El gobierno de Biden ha reconocido que la situación en Venezuela es una crisis humanitaria y que los venezolanos merecen protección. Sin embargo, también ha enfatizado que su política migratoria no es una invitación abierta para entrar al país y que seguirá aplicando las leyes vigentes.
La decisión de otorgar el TPS a los venezolanos ha sido aplaudida por varios líderes demócratas, como el senador Bob Menéndez, quien dijo que era un acto de justicia y solidaridad. También ha sido celebrada por organizaciones defensoras de los derechos humanos, como Human Rights Watch, que calificó la medida de histórica y urgente.
Según estimaciones del gobierno estadounidense, unos 323.000 venezolanos podrían beneficiarse del TPS. Sin embargo, otras fuentes indican que la cifra podría ser mayor, ya que hay muchos venezolanos indocumentados o con estatus migratorio irregular. Se calcula que más de 5 millones de venezolanos han abandonado su país desde 2014 debido a la crisis política, económica y social.