Las personas que viven en un campamento de personas sin hogar en el parque Soper de Cambridge tienen hasta el martes para abandonar el lugar. La ciudad les ha dado un ultimátum para que se vayan o se enfrenten a multas y cargos.
Los residentes del campamento dicen que no tienen a dónde ir y que se sienten discriminados por la ciudad. Algunos llevan meses viviendo en el parque, donde han construido carpas, refugios y fogatas.
La ciudad dice que el campamento viola varias ordenanzas municipales y que representa un riesgo para la salud y la seguridad pública. Además, afirma que ha ofrecido a los residentes del campamento opciones de alojamiento alternativo, como refugios o viviendas de transición.
Sin embargo, los residentes del campamento rechazan esas opciones y dicen que prefieren quedarse en el parque, donde se sienten más cómodos y libres. Algunos también temen contraer COVID-19 si se mudan a un refugio.
La ciudad dice que si los residentes del campamento no se van antes del martes, enviará a la policía y a los trabajadores municipales para desmantelar el campamento y limpiar el área. Los residentes del campamento dicen que resistirán pacíficamente y que esperan que la ciudad cambie de opinión.