B’nai Brith Canadá, una organización judía de derechos humanos, denunció que el gobierno canadiense está financiando indirectamente la educación que incita al odio y al terrorismo en los territorios palestinos. Según un informe publicado por la organización, la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional (ACDI) ha aportado más de 30 millones de dólares canadienses al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que a su vez ha entregado libros de texto y material escolar a la Autoridad Palestina (AP) y a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).
El problema es que estos libros de texto y material escolar contienen mensajes que fomentan el antisemitismo, la violencia, el martirio y la negación de la existencia de Israel. Por ejemplo, se presentan a los judíos como enemigos, se glorifican a los terroristas como héroes, se borra a Israel del mapa y se incita a los niños a participar en la “resistencia armada”. Estos contenidos son contrarios a los valores canadienses y a los principios de la educación para la paz.
B’nai Brith Canadá pidió al gobierno que suspenda inmediatamente el financiamiento a UNICEF hasta que se asegure de que los libros de texto y material escolar que distribuye no promueven el odio. También solicitó al gobierno que presione a la AP y a la UNRWA para que reformen sus currículos educativos y eliminen cualquier contenido que incite al odio y al terrorismo. Asimismo, instó al gobierno a apoyar una iniciativa parlamentaria que busca crear un mecanismo independiente para supervisar el uso de los fondos canadienses en los territorios palestinos.
El director ejecutivo de B’nai Brith Canadá, Michael Mostyn, expresó su indignación por el hecho de que el dinero de los contribuyentes canadienses se esté utilizando para financiar la educación que promueve el odio. “Es inaceptable e inmoral que Canadá esté apoyando indirectamente la incitación al odio y al terrorismo contra Israel y los judíos. Esto no solo pone en peligro la seguridad de nuestros aliados, sino que también socava las posibilidades de una paz duradera en la región. El gobierno debe actuar con urgencia para poner fin a esta situación y garantizar que los fondos canadienses se utilicen para fines pacíficos y humanitarios”, dijo.