Después de más de tres años de tensión diplomática, Arabia Saudita ha reanudado los vuelos directos a Canadá, lo que supone un paso más hacia la normalización de las relaciones entre ambos países.
La aerolínea estatal saudí, Saudia, anunció el jueves que volvería a operar vuelos regulares entre Riad y Toronto a partir del 17 de octubre, con una frecuencia de tres veces por semana. El primer vuelo aterrizó en el aeropuerto Pearson el domingo por la noche, según confirmó un portavoz de la Autoridad Aeroportuaria del Gran Toronto.
La reanudación de los vuelos se produce después de que ambos países acordaran en julio restaurar sus embajadores y poner fin a la disputa que estalló en 2018, cuando Canadá criticó la detención de activistas de derechos humanos en Arabia Saudita. El reino árabe respondió expulsando al embajador canadiense, retirando al suyo, suspendiendo el comercio y la inversión, y cancelando los vuelos y los programas de becas para los estudiantes saudíes en Canadá.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo en ese momento que su país seguiría defendiendo los derechos humanos y expresando sus preocupaciones sobre la situación en Arabia Saudita. Sin embargo, también reconoció la importancia de tener una relación constructiva con el país del Golfo, que es un importante socio comercial y un aliado estratégico en Oriente Medio.
La decisión de reanudar los vuelos se produce en un momento en que Arabia Saudita busca mejorar su imagen internacional y diversificar su economía más allá del petróleo, bajo el liderazgo del príncipe heredero Mohammed bin Salman. El país ha anunciado recientemente una serie de reformas sociales y económicas, como la concesión de más derechos a las mujeres, la apertura al turismo y la inversión extranjera, y la celebración de eventos deportivos y culturales de alto nivel.
Sin embargo, algunos grupos de derechos humanos han cuestionado la sinceridad de estas reformas y han denunciado que el país sigue reprimiendo a los disidentes y violando el derecho internacional humanitario en su intervención militar en Yemen. También han pedido a Canadá que mantenga la presión sobre Arabia Saudita para que libere a los presos políticos y rinda cuentas por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018.