Un atentado suicida ha causado al menos 13 muertos y más de 40 heridos en Ankara, la capital de Turquía, este sábado. El ataque se ha producido cerca de la estación central de trenes, donde se concentraban cientos de personas para participar en una marcha por la paz. Según las autoridades turcas, el autor del atentado se inmoló con un chaleco explosivo entre la multitud.
Poco después, un segundo atacante fue localizado por las fuerzas de seguridad en una zona cercana. El sospechoso abrió fuego contra los agentes, que respondieron con disparos. El tiroteo se prolongó durante varios minutos, hasta que el atacante fue abatido por la policía. Se desconoce si el segundo atacante pertenecía al mismo grupo que el suicida o si tenía algún vínculo con él.
Ninguna organización ha reivindicado la autoría del atentado, que ha sido condenado por el gobierno turco y por varios líderes internacionales. El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha calificado el ataque de “cobarde” y “bárbaro” y ha prometido llevar a los responsables ante la justicia. Davutoglu ha anunciado tres días de luto nacional y ha suspendido su agenda política.
El atentado se produce a tres semanas de las elecciones generales en Turquía, que se celebrarán el 1 de noviembre. El país atraviesa una situación de gran tensión política y social, debido al conflicto con la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha roto el alto el fuego que mantenía con el gobierno desde 2013. Además, Turquía se enfrenta a la amenaza del grupo terrorista Estado Islámico (EI), que controla parte del territorio sirio e iraquí fronterizo con Turquía.
La marcha por la paz en la que se produjo el atentado estaba convocada por varios sindicatos y organizaciones de izquierda y prokurdas, que reclamaban el fin de la violencia y el diálogo entre el gobierno y el PKK. Entre los asistentes a la marcha se encontraban representantes del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), una formación prokurda que logró entrar en el parlamento turco en las elecciones de junio. El líder del HDP, Selahattin Demirtas, ha acusado al gobierno de ser cómplice del atentado y ha pedido a la población que no caiga en la provocación.