La NASA ha anunciado el lanzamiento de una misión espacial que tiene como objetivo estudiar un asteroide potencialmente peligroso para la Tierra. Se trata de Bennu, un cuerpo rocoso de unos 500 metros de diámetro que orbita alrededor del Sol y que podría impactar con nuestro planeta en el año 2182.
La misión se llama DART (siglas en inglés de Prueba de Redirección de Asteroides Dobles) y consiste en enviar una nave espacial que se estrellará contra una pequeña luna que acompaña a Bennu, llamada Dimorphos. El objetivo es cambiar la velocidad y la trayectoria de Dimorphos, y así demostrar que es posible desviar un asteroide que amenace la Tierra.
La nave DART despegará desde la base aérea de Vandenberg, en California, el 24 de noviembre de 2023, a bordo de un cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX. Se espera que llegue a Dimorphos en septiembre de 2024, y que impacte con él a una velocidad de unos 6,6 kilómetros por segundo.
El choque generará una gran explosión que será observada por telescopios terrestres y espaciales, así como por una pequeña sonda italiana llamada LICIACube, que acompañará a DART y tomará imágenes del momento del impacto. Los científicos esperan que el impacto altere la órbita de Dimorphos alrededor de Bennu en unos pocos centímetros por segundo, lo suficiente para ser medible.
La misión DART es la primera prueba real de una técnica de defensa planetaria conocida como impactador cinético, que consiste en golpear un asteroide con una masa suficiente para modificar su curso. Esta técnica podría ser útil en el futuro si se detecta un asteroide que tenga una alta probabilidad de colisionar con la Tierra.
Bennu es uno de los asteroides más estudiados por la NASA, ya que se considera uno de los más peligrosos para nuestro planeta. Según los cálculos de los expertos, hay una probabilidad de una entre 2.700 de que Bennu choque con la Tierra entre los años 2175 y 2199, siendo el año más crítico el 2182.
Bennu fue visitado por la sonda OSIRIS-REx, que orbitó alrededor del asteroide durante dos años y recogió muestras de su superficie. Estas muestras serán traídas a la Tierra en septiembre de 2023, y permitirán conocer mejor la composición y la historia de Bennu.
La NASA espera que la misión DART sea un éxito y que contribuya a mejorar la seguridad de nuestro planeta frente a posibles amenazas espaciales. Además, la misión también servirá para ampliar el conocimiento sobre los asteroides y su papel en el origen y la evolución del sistema solar.