Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Calgary y la Universidad de Waterloo ha encontrado una relación positiva entre la capacidad de los directores ejecutivos para admitir sus errores y el desempeño financiero de sus empresas.
El estudio, publicado en la revista Journal of Accounting and Economics, analizó las transcripciones de las conferencias telefónicas trimestrales de más de 2.000 empresas estadounidenses entre 2007 y 2016. Los investigadores utilizaron un algoritmo de inteligencia artificial para medir el grado de humildad de los directores ejecutivos, basándose en la frecuencia con la que usaban palabras como “error”, “disculpa”, “gracias” o “aprendizaje”.
Los resultados mostraron que los directores ejecutivos más humildes tenían un mayor retorno sobre los activos, una mayor rentabilidad y una menor volatilidad de las acciones que los directores ejecutivos menos humildes. Además, los directores ejecutivos más humildes tendían a tener una mejor relación con los empleados, los clientes y los inversores, lo que se traducía en una mayor lealtad, satisfacción y confianza.
Según los autores del estudio, la humildad es una cualidad importante para los líderes empresariales, ya que les permite reconocer sus debilidades, aprender de sus fracasos y aceptar el feedback. Así, los directores ejecutivos más humildes pueden adaptarse mejor a los cambios del entorno, innovar más y tomar mejores decisiones.
El estudio también sugiere que la humildad de los directores ejecutivos puede influir en la cultura organizacional de sus empresas, fomentando un clima de colaboración, transparencia y aprendizaje continuo. Esto puede mejorar el rendimiento colectivo y la competitividad de las empresas en el mercado.