La situación en Gaza se ha agravado tras los ataques aéreos de Israel que han causado más de 200 muertos y miles de heridos. Muchos canadienses con familiares en la zona se sienten impotentes y frustrados por no poder hacer nada para ayudarlos. Algunos han intentado enviar dinero, medicinas o alimentos, pero se han encontrado con numerosas barreras burocráticas y logísticas.
Uno de ellos es Mohamed Alnaami, un estudiante de doctorado en la Universidad de Ottawa, que tiene a su madre, su hermana y sus sobrinos atrapados en Gaza. Alnaami dice que su familia vive en un estado de terror constante y que no tiene acceso a servicios básicos como la electricidad, el agua o la atención médica. “Están en prisión”, afirma.
Alnaami ha tratado de enviar dinero a través de una organización humanitaria, pero le han dicho que el proceso puede tardar meses debido a las restricciones impuestas por Israel y Egipto, que controlan las fronteras de Gaza. También ha intentado contactar con el gobierno canadiense para pedirle que presione a Israel para que detenga los bombardeos, pero no ha recibido ninguna respuesta.
Otra canadiense afectada es Rana Abu Ghazaleh, una trabajadora social de Toronto, que tiene a su padre enfermo de cáncer en Gaza. Abu Ghazaleh dice que su padre necesita medicamentos y oxígeno que escasean en el territorio palestino. Ella ha podido enviarle algo de dinero a través de un amigo que vive en Cisjordania, pero no sabe si le llegará a tiempo.
Abu Ghazaleh también ha intentado comunicarse con el gobierno canadiense, pero solo ha recibido mensajes genéricos. Ella cree que Canadá debería hacer más para ayudar a los civiles en Gaza y para apoyar una solución pacífica al conflicto. “No queremos más violencia, queremos paz”, dice.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá, el país está comprometido con la seguridad y el bienestar de los canadienses en el extranjero y ofrece asistencia consular a los que la solicitan. Sin embargo, reconoce que hay limitaciones para operar en Gaza debido al cierre de las fronteras y al riesgo de violencia.
El gobierno canadiense también ha expresado su preocupación por la escalada del conflicto y ha instado a todas las partes a cesar el fuego y a proteger a los civiles. Además, ha anunciado una ayuda humanitaria adicional de 25 millones de dólares para apoyar a las organizaciones que trabajan en Gaza y Cisjordania.