El ex comandante del ejército canadiense, el general retirado Jonathan Vance, se ha librado de los cargos de agresión sexual que pesaban sobre él desde febrero de este año. Un juez de Ontario ha decidido suspender los cargos por considerar que el proceso judicial ha sido demasiado lento y ha vulnerado el derecho de Vance a un juicio justo.
Vance estaba acusado de dos cargos de agresión sexual por unos hechos ocurridos en 1988, cuando era un joven oficial en Alemania. La denunciante, que no puede ser identificada por una orden de protección, afirmó que Vance la había agredido sexualmente en dos ocasiones, una en su habitación y otra en un coche.
El caso se complicó cuando el abogado de Vance presentó una moción para anular los cargos por falta de jurisdicción, alegando que los tribunales canadienses no podían juzgar unos hechos ocurridos fuera del país. El juez tardó más de seis meses en resolver la moción, lo que provocó un retraso injustificado en el proceso.
El juez aceptó el argumento de la defensa y aplicó la llamada regla Jordan, que establece que los procesos penales deben resolverse en un plazo máximo de 18 meses desde el momento del cargo. En este caso, el plazo se había superado con creces, por lo que el juez ordenó suspender los cargos contra Vance.
La decisión ha causado indignación entre las víctimas de agresión sexual y las organizaciones que las apoyan. La abogada Megan MacKay, que representa a la denunciante, dijo que su clienta estaba “devastada” y que el sistema judicial había fallado a las mujeres militares. Por su parte, la ministra de Defensa, Harjit Sajjan, expresó su “profunda decepción” y dijo que el gobierno estaba comprometido con la eliminación de la conducta inapropiada en las fuerzas armadas.
Vance todavía enfrenta otro cargo de obstrucción a la justicia por presuntamente haber intentado influir en una testigo en otra investigación sobre su conducta sexual. Vance niega todas las acusaciones y se declara inocente.