El 17 de octubre de 2018, Canadá se convirtió en el segundo país del mundo en legalizar el consumo recreativo de cannabis, después de Uruguay. Cinco años después, ¿qué ha cambiado en el país norteamericano?
Según un informe del gobierno canadiense, el objetivo de la legalización era reducir el mercado ilícito, proteger la salud pública y prevenir el acceso de los menores al cannabis. Algunos de los resultados que se han logrado son:
- El mercado legal ha crecido significativamente, pasando de representar el 21% del consumo total en 2018 a casi el 70% en 2021. Esto ha supuesto un aumento de los ingresos fiscales y la creación de empleos en el sector.
- El consumo de cannabis entre los jóvenes de 15 a 17 años ha disminuido, pasando del 19,8% en 2018 al 10,4% en 2020. Además, el porcentaje de jóvenes que obtienen cannabis de fuentes ilegales ha bajado del 51,7% al 38,3% en el mismo período.
- La percepción del riesgo asociado al consumo de cannabis ha aumentado entre la población general, especialmente entre los adultos mayores de 25 años. Esto puede deberse a una mayor conciencia sobre los efectos adversos del cannabis, como la dependencia, los problemas respiratorios o las alteraciones cognitivas.
- El consumo de cannabis con fines médicos se ha mantenido estable, con alrededor de 330.000 pacientes registrados en el programa federal. Sin embargo, se ha observado una mayor diversidad de productos disponibles, como aceites, cápsulas o comestibles.
- El número de incidentes relacionados con el cannabis ha disminuido, tanto en términos de infracciones penales como de accidentes de tráfico o intoxicaciones. No obstante, se han detectado algunos desafíos, como la falta de estándares para medir la intoxicación por cannabis o la necesidad de mejorar la prevención y el tratamiento de los trastornos por consumo de cannabis.
En conclusión, la legalización del cannabis en Canadá ha tenido un impacto positivo en varios aspectos, pero también ha planteado nuevos retos que requieren una continua evaluación y adaptación. El gobierno canadiense se compromete a seguir trabajando con las provincias, los territorios, los pueblos indígenas y otros actores para mejorar el marco legal y regulatorio del cannabis.