Israel ha ordenado la evacuación de miles de civiles en la Franja de Gaza, ante el recrudecimiento de los ataques con cohetes por parte de Hamas. El grupo islamista ha lanzado más de 3.000 proyectiles contra Israel desde el inicio de la escalada de violencia el pasado 10 de octubre, causando al menos 12 muertos y cientos de heridos.
El ejército israelí ha respondido con una intensa campaña de bombardeos aéreos y terrestres contra objetivos militares y civiles de Hamas en Gaza, que ha provocado la muerte de más de 200 palestinos, incluidos 61 niños y 36 mujeres, y el desplazamiento de unas 58.000 personas.
Ante la posibilidad de una invasión terrestre, Israel ha enviado mensajes de advertencia a los residentes de varias zonas de Gaza, instándoles a abandonar sus hogares y buscar refugio en lugares seguros. Según las autoridades israelíes, las evacuaciones tienen como objetivo minimizar las bajas civiles y facilitar los ataques contra las infraestructuras y los túneles subterráneos de Hamas.
Sin embargo, muchos palestinos han denunciado que no tienen a dónde ir, ya que toda la Franja de Gaza está bajo asedio y no hay salida. Algunos han optado por quedarse en sus casas, desafiando el riesgo de morir bajo las bombas. Otros han buscado cobijo en escuelas, mezquitas o edificios públicos, que también han sido blanco de los ataques israelíes.
Los esfuerzos internacionales para lograr un alto el fuego entre Israel y Hamas han sido infructuosos hasta el momento. El Consejo de Seguridad de la ONU se ha reunido en varias ocasiones para tratar la crisis, pero no ha logrado emitir una declaración conjunta debido al veto de Estados Unidos, el principal aliado de Israel. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha expresado su apoyo al derecho de Israel a defenderse, pero también ha instado a una reducción de las hostilidades y a una solución pacífica del conflicto.
La violencia entre Israel y Hamas se desató tras una serie de enfrentamientos entre la policía israelí y los manifestantes palestinos en Jerusalén Este, la parte ocupada y anexionada por Israel desde 1967. Los palestinos protestaban por las restricciones impuestas por Israel al acceso a la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado del islam, y por los planes de desalojo forzoso de familias palestinas en el barrio de Sheikh Jarrah. Hamas lanzó cohetes contra Jerusalén como respuesta a la represión israelí, lo que desencadenó la actual espiral de violencia.