El alcalde de Kelowna espera un impacto inmediato de las nuevas normas sobre los alquileres a corto plazo

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El alcalde de Kelowna, Colin Basran, se mostró optimista sobre el efecto de las nuevas normas municipales sobre los alquileres a corto plazo, que entraron en vigor el pasado 1 de enero. Según Basran, las normas tienen como objetivo regular el mercado de los alquileres vacacionales, que ha crecido mucho en los últimos años, y mejorar la oferta y la asequibilidad de la vivienda para los residentes locales.

Las nuevas normas establecen que los propietarios que quieran alquilar sus viviendas a corto plazo deben obtener una licencia municipal, que tiene un costo de 345 dólares al año. Además, solo se pueden alquilar las viviendas principales, es decir, aquellas en las que el propietario vive al menos ocho meses al año. Así, se prohíbe el alquiler de segundas residencias o propiedades de inversión. También se limita el número de huéspedes a seis personas por vivienda y se exige el cumplimiento de ciertos requisitos de seguridad y estacionamiento.

Basran dijo que las normas buscan equilibrar los intereses de los propietarios que quieren obtener ingresos extra con los de los vecinos que quieren preservar la tranquilidad y el carácter de sus barrios. Asimismo, afirmó que las normas contribuirán a aumentar la disponibilidad de viviendas a largo plazo para los trabajadores y las familias de Kelowna, una ciudad que sufre una escasez crónica de vivienda y unos precios elevados.

Según Basran, unas 1.300 viviendas en Kelowna se ofrecían como alquileres a corto plazo antes de la entrada en vigor de las normas. De ellas, solo unas 300 cumplían con los requisitos para obtener la licencia municipal. El resto tendrían que dejar de operar como alquileres vacacionales o convertirse en alquileres a largo plazo. Basran dijo que espera que muchas de esas viviendas vuelvan al mercado residencial y que se note un impacto inmediato en la oferta y la demanda.

Para hacer cumplir las normas, el municipio ha contratado a una empresa externa que se encarga de monitorear las plataformas de alquileres a corto plazo, como Airbnb o VRBO, y de identificar a los propietarios que no tienen licencia o que incumplen las condiciones. Los infractores se enfrentan a multas de hasta 1.000 dólares por día. Basran dijo que el municipio no tiene intención de ser indulgente con los infractores y que aplicará las normas con firmeza.


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