Un grupo de cuatro diputados conservadores canadienses ha sido objeto de críticas por haber realizado un viaje de lujo a Taiwán en agosto, que fue pagado en gran parte por el gobierno de ese país. El viaje, que duró una semana, incluyó visitas a lugares turísticos, reuniones con altos funcionarios y regalos de cortesía.
Los diputados que participaron en el viaje fueron Michael Cooper, Garnett Genuis, Kenny Chiu y Nelly Shin. Según los informes que presentaron ante el Comisionado de Ética, el costo total del viaje fue de unos 36.000 dólares, de los cuales 28.000 fueron cubiertos por el gobierno taiwanés y el resto por los propios diputados.
El viaje se realizó en medio de la pandemia de COVID-19, cuando las autoridades canadienses desaconsejaban los viajes internacionales no esenciales. Además, se produjo en un momento de tensión entre China y Taiwán, que se disputan la soberanía de la isla. China considera a Taiwán como una provincia rebelde y ha amenazado con usar la fuerza para impedir su independencia.
Los diputados conservadores han defendido el viaje como una muestra de apoyo a Taiwán, un aliado democrático y comercial de Canadá. Han afirmado que el viaje fue autorizado por el Comisionado de Ética y que cumplieron con todas las medidas sanitarias requeridas. También han destacado que el viaje les permitió conocer de primera mano la exitosa gestión de la pandemia por parte de Taiwán y aprender lecciones para Canadá.
Sin embargo, el viaje ha sido cuestionado por otros partidos políticos, que lo han calificado de innecesario, irresponsable e imprudente. Han acusado a los diputados conservadores de haber aprovechado su posición para disfrutar de un viaje de placer a costa del contribuyente y de haber puesto en riesgo la salud pública y las relaciones diplomáticas con China.
El líder del Partido Liberal, Justin Trudeau, ha criticado duramente el viaje y ha dicho que los diputados conservadores deberían rendir cuentas ante los canadienses. El líder del Nuevo Partido Democrático, Jagmeet Singh, ha pedido que se investigue si el viaje violó las normas éticas o las leyes electorales. El líder del Partido Verde, Annamie Paul, ha expresado su preocupación por el impacto negativo del viaje en la estabilidad regional y la seguridad nacional.
El viaje de los diputados conservadores a Taiwán ha generado una gran controversia en el ámbito político y mediático canadiense. Algunos lo ven como un gesto legítimo de solidaridad con un socio estratégico, mientras que otros lo ven como un acto egoísta e imprudente que perjudica los intereses de Canadá.