Según las cifras publicadas por Statistics Canada el miércoles, la tasa de inflación anual de Canadá se redujo al 3,8% en septiembre, desde el 4,1% registrado en agosto. Este descenso se debió principalmente a la disminución de los precios de la gasolina y de los alimentos.
El índice de precios al consumidor (IPC) mostró que los precios de la gasolina bajaron un 1,6% en septiembre respecto al mes anterior, mientras que los precios de los alimentos disminuyeron un 0,3%. Estos dos componentes representan una parte importante del gasto de los hogares canadienses.
Sin embargo, otros sectores registraron aumentos de precios, como el transporte público, que subió un 4,4%, y el alquiler de viviendas, que aumentó un 2,8%. Además, la inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles del IPC, se mantuvo elevada en el 3,5%.
Los analistas esperaban que la tasa de inflación se moderara en septiembre, debido a la comparación con el mismo mes del año pasado, cuando los precios se vieron afectados por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la inflación sigue siendo superior al objetivo del 2% del Banco de Canadá, lo que podría presionar a la entidad para que reduzca sus estímulos monetarios antes de lo previsto.
El Banco de Canadá ha mantenido su tasa de interés de referencia en el mínimo histórico del 0,25% desde marzo de 2020 y ha comprado bonos del gobierno para apoyar la economía durante la crisis sanitaria. El banco central ha señalado que no subirá los tipos hasta que la recuperación económica sea completa y sostenible, lo que se espera que ocurra en la segunda mitad de 2022.