Canadá ha anunciado que retirará a 41 de sus diplomáticos de la India, en medio de una creciente tensión diplomática entre los dos países. La decisión se produce después de que la India expulsara a cuatro diplomáticos canadienses el mes pasado, acusándolos de interferir en sus asuntos internos.
La disputa se originó por las declaraciones del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sobre las protestas de los agricultores indios contra las reformas agrarias del gobierno. Trudeau expresó su apoyo a los manifestantes y dijo que Canadá siempre defendería el derecho a la protesta pacífica. Estas declaraciones provocaron el malestar de la India, que las consideró una injerencia inaceptable en sus asuntos internos y una violación de la integridad territorial y la soberanía nacional.
La India también acusó a Canadá de albergar a grupos separatistas que buscan la independencia del estado indio de Punjab, donde se concentra la mayoría de los agricultores en protesta. La India afirmó que algunos de estos grupos recibieron apoyo financiero y logístico de diplomáticos canadienses. Canadá negó estas acusaciones y dijo que no toleraba ninguna actividad violenta o extremista en su territorio.
La retirada de los diplomáticos canadienses supone un deterioro de las relaciones bilaterales entre los dos países, que habían mejorado en los últimos años. Ambos países son socios comerciales importantes y comparten valores democráticos y multilaterales. También tienen una gran diáspora india en Canadá, que representa el 4% de su población. Se espera que ambos gobiernos busquen una solución pacífica y diplomática al conflicto, para evitar mayores consecuencias para sus intereses comunes.