Un nuevo informe revela que más de 1,3 millones de canadienses dejaron las salas de emergencia de los hospitales sin ser atendidos por un médico en el período comprendido entre abril de 2022 y marzo de 2023. Esta cifra representa un aumento del 7,4 por ciento respecto al año anterior y el nivel más alto desde que se recopilan estos datos.
El informe, elaborado por el Instituto Canadiense de Información Sanitaria (CIHI, por sus siglas en inglés), se basa en los datos proporcionados por los hospitales de las 10 provincias y tres territorios del país. El CIHI define como “abandono” el hecho de que un paciente se registre en la sala de emergencia, pero se vaya antes de recibir atención médica.
Según el informe, la tasa de abandono fue del 4,6 por ciento del total de visitas a las salas de emergencia en 2022-2023, lo que significa que casi uno de cada 20 pacientes se fue sin ser visto. Esta tasa varía según las provincias, siendo las más altas las de Quebec (8,9 por ciento), Manitoba (7,5 por ciento) y Saskatchewan (6,8 por ciento).
El informe también muestra que el tiempo medio de espera para ser atendido en las salas de emergencia fue de 2,1 horas en 2022-2023, lo que supone un ligero aumento respecto al año anterior. Sin embargo, este tiempo también varía según las provincias y el nivel de urgencia del paciente. Por ejemplo, los pacientes con problemas graves tuvieron que esperar una media de 1,4 horas, mientras que los que tenían problemas menos urgentes tuvieron que esperar 3,6 horas.
El CIHI señala que el abandono y el tiempo de espera son indicadores importantes para medir la calidad y la accesibilidad de los servicios de salud. El abandono puede tener consecuencias negativas tanto para los pacientes como para el sistema sanitario. Por un lado, los pacientes que se van sin ser atendidos pueden empeorar su estado de salud o requerir una atención más compleja en el futuro. Por otro lado, el sistema sanitario puede perder recursos e información valiosa sobre la demanda y las necesidades de la población.
El CIHI recomienda a los hospitales y a las autoridades sanitarias que analicen los datos sobre el abandono y el tiempo de espera para identificar las causas y los factores que influyen en estos fenómenos. Asimismo, sugiere que se implementen medidas para mejorar la eficiencia y la coordinación de los servicios de emergencia, así como para informar y educar a los pacientes sobre las opciones disponibles para recibir atención médica.