El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, fue abucheado por un grupo de musulmanes canadienses que le reprocharon su posición sobre el conflicto entre Israel y Hamas, que ha causado más de 200 muertos en Gaza y 10 en Israel. Trudeau visitó el lunes una mezquita en London, Ontario, donde el domingo se produjo un ataque terrorista contra una familia musulmana que dejó cuatro muertos y un niño herido.
Trudeau acudió a la mezquita para expresar sus condolencias y condenar el ataque, que calificó de “acto de odio y terrorismo”. Sin embargo, algunos de los asistentes al acto le increparon por no haber condenado con la misma firmeza la violencia de Israel contra los palestinos. “¡Qué vergüenza! ¡Qué vergüenza!”, le gritaron algunos, mientras otros le pedían que dejara de vender armas a Israel.
Trudeau trató de calmar los ánimos y dijo que entendía la frustración y el dolor de la comunidad musulmana. “Sé que muchos de ustedes están enfadados y tristes por lo que está pasando en Oriente Medio. Yo también lo estoy. Canadá siempre defenderá el derecho de Israel a existir y a defenderse, pero también pedirá el fin de la violencia y el respeto al derecho internacional”, afirmó.
El primer ministro canadiense también dijo que su gobierno estaba trabajando para ayudar a los palestinos y a los israelíes a lograr una paz duradera. “Canadá está comprometido con una solución de dos estados, donde israelíes y palestinos puedan vivir en paz y seguridad. Estamos apoyando los esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego y estamos proporcionando ayuda humanitaria a los más afectados por el conflicto”, aseguró.
Trudeau no logró convencer a sus críticos, que siguieron abucheándolo hasta que abandonó la mezquita. Algunos de ellos portaban carteles con mensajes como “Palestina libre” o “Canadá cómplice”. Otros, en cambio, aplaudieron al primer ministro y le agradecieron su visita y su solidaridad. Trudeau dijo que respetaba las opiniones de todos y que esperaba que el diálogo prevaleciera sobre la violencia.