Canadá es uno de los países con más bosques del mundo, pero también uno de los que más los está perdiendo. Según un informe de la organización Global Forest Watch, Canadá fue el tercer país que más superficie forestal perdió en 2020, solo superado por Brasil y la República Democrática del Congo.
El informe señala que la mayor parte de la pérdida forestal en Canadá se debe a la tala comercial, la minería, el desarrollo urbano y los incendios forestales. Estas actividades ponen en riesgo la biodiversidad, el clima y los derechos de los pueblos indígenas que habitan los bosques.
El informe también destaca que Canadá tiene una oportunidad única para revertir esta situación y convertirse en un líder mundial en la conservación forestal. Para ello, recomienda que el país cumpla con sus compromisos internacionales de proteger al menos el 17% de su superficie terrestre y el 10% de su superficie marina para 2020, y que aumente estos porcentajes para 2030.
Asimismo, el informe insta a Canadá a apoyar los esfuerzos de los pueblos indígenas para gestionar sus propios territorios y recursos naturales, y a reconocer sus derechos consuetudinarios sobre la tierra. Según el informe, los bosques gestionados por los pueblos indígenas tienen menores tasas de deforestación y degradación que los bosques gestionados por el Estado o por empresas privadas.
Finalmente, el informe sugiere que Canadá invierta en la restauración de los bosques degradados y en la prevención de los incendios forestales, mediante prácticas sostenibles y adaptadas al cambio climático. De esta manera, Canadá podría contribuir a la meta global de reducir a la mitad la pérdida neta de bosques para 2030 y alcanzar el equilibrio entre deforestación y reforestación para 2050.