El abogado de un miembro de los Hells Angels acusado de fraude bursátil en Estados Unidos ha afirmado que el caso en su contra es un castillo de naipes, basado en pruebas débiles y testigos poco fiables. El abogado, John Conroy, ha presentado una solicitud para que se desestime la extradición de su cliente, James Brandt, a EE.UU.
Brandt, de 42 años, es un miembro del capítulo de los Hells Angels en Kelowna, BC. Está acusado de participar en una conspiración para manipular el precio de las acciones de varias empresas, entre ellas Orofino Gold Corp., una compañía minera con sede en Nevada. Según la fiscalía estadounidense, Brandt y otros cómplices habrían obtenido unos beneficios ilícitos de más de 15 millones de dólares entre 2008 y 2014.
Brandt fue arrestado en Canadá en 2019, a petición de las autoridades estadounidenses, que solicitaron su extradición. Sin embargo, Conroy ha argumentado que el caso contra Brandt es débil y carece de fundamentos jurídicos. Según Conroy, la fiscalía estadounidense se basa en pruebas circunstanciales y en testigos que se han declarado culpables y han cooperado con la investigación a cambio de una reducción de pena.
Conroy ha señalado que no hay evidencia directa de que Brandt haya participado en la manipulación del mercado, ni de que haya tenido contacto con los otros acusados. Además, ha cuestionado la jurisdicción de EE.UU. para juzgar a Brandt, ya que este es ciudadano canadiense y no hay pruebas de que haya actuado desde EE.UU. o haya afectado al mercado estadounidense.
“El caso contra el Sr. Brandt es un castillo de naipes, construido sobre una base endeble y sostenido por alfileres”, dijo Conroy en su solicitud. “No hay ninguna razón para extraditarlo a EE.UU., donde enfrentaría una pena desproporcionada y una violación de sus derechos”, añadió.
La solicitud de Conroy será revisada por un juez del Tribunal Supremo de BC, que decidirá si procede o no la extradición de Brandt. Si el juez aprueba la extradición, la decisión final corresponderá al ministro de Justicia de Canadá.