Las jóvenes tenistas canadienses tuvieron una oportunidad única de competir y aprender en el Challenger de Calgary, un torneo profesional que se celebró del 30 de octubre al 5 de noviembre en el Osten & Victor Alberta Tennis Centre. Entre las participantes se encontraban Leylah Fernandez, de 19 años, que llegó a la final del US Open este año, y Rebecca Marino, de 30 años, que volvió al circuito tras una larga ausencia por problemas de salud mental.
Fernandez, que ocupa el puesto 28 del ranking mundial, fue la primera cabeza de serie del torneo y se impuso en sus tres primeros partidos sin ceder un solo set. Sin embargo, en las semifinales se encontró con una rival muy dura, la estadounidense Ann Li, que la derrotó por 6-4 y 6-2. Li, de 21 años y número 70 del mundo, se coronó campeona al vencer en la final a la también estadounidense Caroline Dolehide por 6-4 y 6-4.
Marino, por su parte, tuvo una actuación destacada al llegar a los cuartos de final, donde cayó ante Dolehide por 6-3 y 6-4. La canadiense, que fue número 38 del mundo en 2011, regresó al tenis en 2018 después de haberse retirado en 2013 por depresión. Actualmente ocupa el puesto 220 del ranking y busca recuperar su mejor nivel.
Además de Fernandez y Marino, otras cuatro canadienses participaron en el Challenger de Calgary: Carol Zhao, Katherine Sebov, Layne Sleeth y Rhea Verma. Ninguna de ellas pudo pasar de la primera ronda, pero todas coincidieron en que fue una experiencia muy valiosa para su desarrollo como tenistas profesionales.
El Challenger de Calgary fue el primer torneo de esta categoría que se celebró en Canadá desde el inicio de la pandemia de COVID-19. El evento contó con estrictas medidas de seguridad sanitaria y se disputó sin público en las gradas. A pesar de las dificultades, los organizadores y los jugadores expresaron su satisfacción por el éxito del torneo y su contribución al crecimiento del tenis canadiense.