La familia de Vivian Silver, una activista canadiense-israelí por la paz y los derechos humanos, confirmó el lunes que fue asesinada por los militantes de Hamas que atacaron su kibutz cerca de la frontera con Gaza el pasado sábado. Silver, de 74 años, era una de las decenas de rehenes civiles que fueron secuestrados por el grupo extremista durante su ofensiva coordinada contra Israel.
Silver nació y se crió en Winnipeg, Manitoba, y se mudó a Israel en 1974, donde se unió al kibutz Gezer como parte de Habonim Dror. Durante su vida, fundó y dirigió varias organizaciones de ayuda, como Women Wage Peace, y organizó proyectos de cooperación entre árabes y judíos en Israel, Gaza y Cisjordania. En 2010, recibió el Premio Victor J. Goldberg a la Paz en Oriente Medio, junto con su colega Amal Elsana Alh’jooj, por su trabajo en el Centro Árabe-Judío para la Igualdad, el Empoderamiento y la Cooperación.
Su hijo, Yonatan Zeigen, dijo que su madre creía en la paz y la reconciliación, y que ayudaba a los palestinos enfermos de Gaza a llegar a los hospitales israelíes. La última vez que habló con ella fue el sábado por la mañana, cuando le envió un mensaje de texto diciendo que los hombres armados de Hamas habían entrado en su casa en el kibutz Be’eri.
El primer ministro Justin Trudeau expresó sus condolencias a la familia de Silver y condenó el ataque de Hamas, que calificó de «atroz y cobarde». También reiteró el apoyo de Canadá a Israel y su derecho a defenderse de las amenazas terroristas. Según el Ministerio de Asuntos Globales de Canadá, hay otros nueve canadienses que siguen desaparecidos o retenidos en Gaza, y el gobierno está haciendo todo lo posible por facilitar su regreso.