Después de días de intensos combates que dejaron más de 200 muertos, Israel y Hamas acordaron un alto el fuego que entró en vigor el viernes por la noche. El acuerdo fue mediado por Egipto, que envió una delegación a la Franja de Gaza para supervisar su cumplimiento.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el alto el fuego era “un logro excepcional” que había “restaurado la disuasión” contra Hamas, el grupo islamista que controla Gaza. Según Netanyahu, Israel había infligido “un golpe severo” a Hamas, destruyendo más de 1.000 objetivos militares, incluyendo túneles, lanzacohetes y comandantes.
Por su parte, Hamas celebró el alto el fuego como una “victoria” y una “derrota” para Israel. El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, agradeció a los países árabes y musulmanes por su apoyo y dijo que el pueblo palestino había “resistido heroicamente” a la agresión israelí. Según Haniyeh, el alto el fuego era una oportunidad para “reconstruir lo que fue destruido” y “curar las heridas” de los afectados por la guerra.
La guerra comenzó el 10 de mayo, cuando Hamas lanzó cientos de cohetes hacia Israel en respuesta a la represión policial contra los manifestantes palestinos en Jerusalén Este, la parte ocupada y anexionada de la ciudad que los palestinos reclaman como capital de su futuro Estado. Israel respondió con ataques aéreos y de artillería contra Gaza, donde viven unos dos millones de palestinos bajo un bloqueo israelí-egipcio desde 2007.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, al menos 243 palestinos, incluyendo 66 niños, murieron y más de 1.900 resultaron heridos por los ataques israelíes. Por el lado israelí, 12 personas, incluyendo dos niños, murieron y más de 300 resultaron heridas por los cohetes de Hamas. Además, miles de viviendas, infraestructuras y servicios básicos fueron dañados o destruidos en ambos lados.
La comunidad internacional acogió con alivio el alto el fuego y pidió reanudar el diálogo para lograr una solución pacífica y duradera al conflicto palestino-israelí. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que su país estaba “comprometido a trabajar con las Naciones Unidas y otros socios para proporcionar una asistencia humanitaria rápida” a Gaza y a “apoyar los esfuerzos para reconstruir” el territorio. Asimismo, Biden reafirmó su apoyo a la “solución de dos Estados” como la única vía para garantizar la seguridad de Israel y la dignidad de los palestinos.