El salmón coho, una especie emblemática de la costa oeste de Canadá, está sufriendo una doble amenaza para su supervivencia: la sequía y el tóxico de los neumáticos. Según un estudio de la Universidad de Washington, una sustancia química llamada 6PPD-quinona, que se desprende de los neumáticos cuando se desgastan, es letal para el salmón coho, causándole hemorragias y paros cardíacos. Esta sustancia se mezcla con el agua de lluvia y llega a los arroyos y ríos donde habita el salmón.
El estudio, publicado en la revista Science, estimó que el 6PPD-quinona es responsable de la muerte de entre el 40% y el 90% de los salmones coho que regresan a desovar en el área urbana de Puget Sound, en el estado de Washington. Los investigadores advirtieron que este problema podría afectar también a otras regiones donde hay tráfico de vehículos y poblaciones de salmón, como la Columbia Británica.
De hecho, en los últimos meses se han reportado numerosos casos de muerte de salmón coho en varios arroyos de la provincia, especialmente en el área metropolitana de Vancouver. Los voluntarios de las asociaciones de protección de los ríos han encontrado decenas de cadáveres de salmones coho, algunos con signos de hemorragia, antes de que pudieran reproducirse. Además del tóxico de los neumáticos, otro factor que contribuye a la mortalidad del salmón es la sequía que afecta a la región desde hace varios meses, que reduce el caudal y el nivel de oxígeno de las aguas.
El salmón coho es una especie clave para el ecosistema y la economía de la costa oeste, ya que forma parte de la cadena alimentaria de otros animales, como las orcas, los osos y las águilas, y genera ingresos para las comunidades indígenas, los pescadores y el turismo. Sin embargo, su población ha disminuido drásticamente en las últimas décadas debido a la pérdida de hábitat, la sobrepesca, el cambio climático y la contaminación.
Los expertos y los activistas han pedido a las autoridades que tomen medidas urgentes para proteger al salmón coho, como mejorar el tratamiento de las aguas pluviales, restaurar los hábitats naturales, regular la pesca y desarrollar neumáticos más ecológicos. Asimismo, han instado a la ciudadanía a colaborar con la conservación del salmón, reduciendo el uso del automóvil, evitando el uso de pesticidas y fertilizantes, y participando en las actividades de monitoreo y limpieza de los ríos.