Canadá tiene previsto destinar 20 mil millones de dólares canadienses (unos 16 mil millones de dólares estadounidenses) a apoyar el desarrollo de tecnologías limpias y la captura y almacenamiento de carbono, según una fuente familiarizada con el plan. El objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del país y fomentar la innovación en sectores clave como el petróleo y el gas, la minería, la agricultura y la industria.
El plan forma parte del presupuesto federal que se presentará el martes y que incluirá medidas para impulsar la recuperación económica tras la pandemia de COVID-19, así como para cumplir con los compromisos climáticos de Canadá. El primer ministro Justin Trudeau se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 y a reducir las emisiones un 40-45% por debajo de los niveles de 2005 para 2030.
Según la fuente, que habló bajo condición de anonimato, el plan de 20 mil millones de dólares se desglosa de la siguiente manera:
- 5 mil millones de dólares para un fondo de innovación en tecnologías limpias, que ofrecerá financiación a proyectos que demuestren el potencial de reducir las emisiones o mejorar la eficiencia energética.
- 5 mil millones de dólares para un fondo de transición justa, que ayudará a los trabajadores y las comunidades afectadas por la transición hacia una economía baja en carbono.
- 5 mil millones de dólares para un fondo de infraestructura verde, que apoyará la construcción de proyectos que contribuyan a la descarbonización, como redes eléctricas inteligentes, transporte público o edificios ecológicos.
- 5 mil millones de dólares para un fondo de captura y almacenamiento de carbono, que incentivará la inversión en tecnologías que capturen el dióxido de carbono de las fuentes de emisión y lo almacenen de forma segura bajo tierra o lo utilicen para fines industriales.
El plan también incluirá incentivos fiscales para las empresas que inviertan en tecnologías limpias o que reduzcan sus emisiones, así como un impuesto al carbono que aumentará gradualmente hasta alcanzar los 170 dólares canadienses por tonelada en 2030. El gobierno espera que estas medidas estimulen el crecimiento económico y la creación de empleo, al tiempo que sitúan a Canadá a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático.