El 7 de abril de 2020, el Tyhawk, un barco pesquero de 20 metros de eslora, se hundió cerca de la costa de Nueva Escocia, Canadá, causando la muerte de uno de sus seis tripulantes y la desaparición de otro. El resto de la tripulación logró sobrevivir gracias al uso de chalecos salvavidas y a la rápida intervención de los equipos de rescate.
La Junta de Seguridad en el Transporte de Canadá (TSB, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe en el que analiza las causas y las circunstancias del accidente, así como las medidas de seguridad que se podrían adoptar para evitar que se repita.
Según el informe, el Tyhawk estaba faenando en la zona conocida como Banquereau Bank, a unos 120 kilómetros al sureste de Chéticamp, cuando se produjo una avería en el sistema hidráulico que controlaba el timón. Esto provocó que el barco perdiera el rumbo y se inclinara hacia un lado, lo que hizo que entrara agua por las escotillas abiertas.
El capitán intentó corregir la situación, pero no pudo evitar que el barco se escorara más y se llenara de agua. El informe señala que el capitán no alertó a la tripulación ni a los servicios de emergencia de la gravedad del problema, lo que retrasó la evacuación y el rescate.
El informe también indica que el Tyhawk no contaba con un sistema de alarma de inundación, que podría haber avisado a la tripulación de la entrada de agua, ni con un sistema de estabilidad, que podría haber ayudado al capitán a mantener el equilibrio del barco. Además, el informe señala que la tripulación no realizó ejercicios de abandono del barco ni revisó el equipo de emergencia antes de zarpar.
El TSB recomienda que se implementen medidas de seguridad adicionales para los barcos pesqueros, como la instalación de sistemas de alarma de inundación y de estabilidad, la realización de ejercicios de abandono del barco y la revisión del equipo de emergencia. Asimismo, el TSB insta a los capitanes y a las tripulaciones a comunicarse de forma efectiva en caso de emergencia y a solicitar ayuda lo antes posible.