Un informe reciente ha revelado que cada vez más personas sin hogar en Canadá recurren a las salas de emergencia de los hospitales para buscar refugio y calor, especialmente durante los meses de invierno. El informe, elaborado por el Instituto Canadiense de Información Sanitaria (CIHI, por sus siglas en inglés), analizó los datos de más de 650.000 visitas a las salas de emergencia de personas sin hogar entre 2016 y 2020.
El informe encontró que el 40% de las visitas de las personas sin hogar a las salas de emergencia se produjeron entre noviembre y marzo, lo que indica que el frío y las condiciones climáticas adversas son un factor determinante. Además, el informe reveló que el 60% de las visitas de las personas sin hogar a las salas de emergencia no requirieron una hospitalización posterior, lo que sugiere que muchas de estas visitas no respondían a una necesidad médica urgente, sino a una falta de alternativas de alojamiento.
El informe también mostró que las personas sin hogar que acuden a las salas de emergencia presentan una mayor prevalencia de problemas de salud mental y de consumo de sustancias que la población general. El 43% de las personas sin hogar que visitaron las salas de emergencia tenían un diagnóstico de salud mental, y el 32% tenían un diagnóstico de consumo de sustancias. Estas cifras contrastan con el 8% y el 4% de la población general, respectivamente.
Los autores del informe advierten que el uso de las salas de emergencia como refugio temporal por parte de las personas sin hogar tiene consecuencias negativas tanto para los propios pacientes como para el sistema sanitario. Por un lado, las personas sin hogar se exponen a un mayor riesgo de contagio de enfermedades infecciosas, de violencia y de estigmatización. Por otro lado, el sistema sanitario se ve sobrecargado y desbordado por la demanda de atención de emergencia, lo que afecta a la calidad y la eficiencia de los servicios.
El informe recomienda que se adopten medidas para mejorar el acceso y la coordinación de los servicios de salud y de apoyo social para las personas sin hogar, así como para aumentar la oferta y la asequibilidad de la vivienda. Asimismo, el informe insta a que se reconozca y se aborde la situación de vulnerabilidad y exclusión que sufren las personas sin hogar, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19.