La falta de vivienda asequible en Terranova y Labrador ha llevado a algunas personas a preferir vivir en una cárcel abandonada que en la calle. La antigua cárcel de Her Majesty’s Penitentiary, que data de 1859, está en mal estado y no tiene electricidad ni agua corriente.
Sin embargo, algunos de los que no tienen hogar han encontrado refugio en sus celdas, donde al menos pueden tener un techo sobre sus cabezas y un poco de privacidad. Algunos incluso han traído colchones, mantas y velas para hacer más cómoda su estancia.
La situación refleja la grave escasez de vivienda social y de alquiler en la provincia, donde los precios han aumentado drásticamente en los últimos años. Según un informe de 2020, hay más de 5.000 personas en lista de espera para una vivienda social en Terranova y Labrador.
El gobierno provincial ha reconocido el problema y ha prometido invertir 25 millones de dólares para construir nuevas viviendas sociales y renovar las existentes. Sin embargo, los defensores de los sin techo dicen que se necesita más acción y más rápido para evitar que más personas terminen en la calle o en lugares inseguros como la cárcel.