La estreptococo del grupo A invasivo (iGAS, por sus siglas en inglés) es una infección grave causada por una bacteria común que normalmente no causa problemas de salud. Sin embargo, en algunos casos, la bacteria puede entrar en partes del cuerpo que deberían estar libres de gérmenes, como la sangre, el cerebro o los pulmones, y provocar enfermedades graves e incluso la muerte en cuestión de días.
Países de todo el mundo han reportado un aumento sostenido de los casos de iGAS en un momento en el que la temporada de infecciones por estreptococos debería estar disminuyendo, y Canadá se encuentra entre ellos. Ontario y Quebec han registrado tasas de infección más altas durante la temporada de otoño e invierno de 2022-2023 en comparación con los niveles previos a la pandemia, y en Quebec, las infecciones han provocado la muerte de varios niños y ancianos.
Según el doctor David Fisman, epidemiólogo y profesor de la Universidad de Toronto, algunos de los casos han sido especialmente graves. “Esta es una infección poco común, pero cuando ocurre puede ser devastadora”, dijo Fisman en un correo electrónico el miércoles. «Desde que surgió Omicron, hemos visto un aumento de iGAS en los datos de vigilancia, y muchos de nosotros que trabajamos clínicamente hemos visto casos de iGAS extrañamente severos».
¿QUÉ ES iGAS?
La estreptococo del grupo A (GAS, por sus siglas en inglés) es una bacteria común que solo puede sobrevivir en el interior y en la superficie de los humanos, explica John McCormick, profesor de microbiología e inmunología de la Universidad de Western Ontario. «Es la misma bacteria que muchos niños llevan en la garganta sin mostrar ningún signo de enfermedad».
Algunas personas que portan GAS no presentan síntomas, mientras que otras se enferman con síntomas como dolor de garganta, fiebre, dolor de cabeza y dolor abdominal, pero se recuperan por sí solas o con ayuda de un antibiótico. Estos tipos de síntomas ocurren cuando la bacteria está presente en una parte del cuerpo que no se considera estéril, como la garganta o la superficie de la piel. Es común que estas partes del cuerpo estén expuestas a las bacterias.
“Entonces, una vez que encuentras (bacterias) en un lugar que debería ser estéril, entonces es cuando lo llaman invasivo. Y este en particular, cuando hace eso, puede llegar a ser muy peligroso”, dice McCormick. «Si entra en tu sangre, por ejemplo, o si entra en el tejido blando, o incluso en tu músculo, eso es fascitis necrosante o miositis necrosante, eso es muy raro pero ocurre y puede ser muy peligroso».
¿CÓMO SE TRANSMITE iGAS?
La bacteria GAS se transmite de persona a persona a través del contacto directo con la saliva, las secreciones nasales o las heridas infectadas de alguien que tiene la infección. También se puede transmitir a través de objetos contaminados, como vasos, cubiertos o juguetes.
La mayoría de las personas que entran en contacto con GAS no desarrollan iGAS, pero hay algunos factores que pueden aumentar el riesgo de contraer la infección grave, como tener una herida abierta, una enfermedad crónica, un sistema inmunológico debilitado, una edad avanzada o una infección viral reciente.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE iGAS?
Los síntomas de iGAS pueden variar según la parte del cuerpo que esté infectada, pero algunos de los más comunes son fiebre, escalofríos, dolor, hinchazón, enrojecimiento, supuración o necrosis de la piel, dificultad para respirar, confusión, mareos, náuseas, vómitos y diarrea.
La infección por iGAS puede causar varias complicaciones graves, como sepsis, shock tóxico, fascitis necrosante (conocida como “enfermedad come carne”), miositis necrosante, neumonía, meningitis, artritis séptica, endocarditis, osteomielitis y síndrome urémico hemolítico.
¿CÓMO SE TRATA iGAS?
El tratamiento de iGAS depende de la gravedad de la infección y de las complicaciones que presente el paciente. En general, se requiere una hospitalización urgente y una administración rápida de antibióticos por vía intravenosa. En algunos casos, también puede ser necesario realizar una cirugía para extirpar el tejido infectado o dañado, o incluso una amputación de las extremidades afectadas.
La tasa de mortalidad por iGAS varía según el tipo de infección y el estado de salud del paciente, pero se estima que oscila entre el 10 y el 25 por ciento. Algunas personas que sobreviven a la infección pueden sufrir secuelas físicas y psicológicas a largo plazo.
¿CÓMO SE PUEDE PREVENIR iGAS?
La prevención de iGAS se basa en evitar la exposición y la transmisión de la bacteria GAS. Algunas medidas de prevención son las siguientes:
- Lavarse las manos con frecuencia y correctamente, especialmente después de toser, estornudar, sonarse la nariz o tocar una herida.
- Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, y desechar los pañuelos usados.
- No compartir objetos personales, como vasos, cubiertos, cepillos de dientes o juguetes.
- Limpiar y desinfectar las superficies y los objetos que se tocan con frecuencia.
- Mantener las heridas limpias y cubiertas hasta que cicatricen, y vigilar si aparecen signos de infección.
- Buscar atención médica si se presentan síntomas de infección por GAS o iGAS, y seguir las indicaciones del médico sobre el uso de antibióticos.
- Evitar el contacto cercano con personas enfermas o con heridas infectadas.