Después de varios días de temperaturas gélidas que batieron récords históricos, la mayor parte de Canadá experimentó un alivio térmico el 19 de enero de 2024, con la excepción del norte de Alberta, donde persistieron las alertas de frío extremo. Según Environment Canada, la agencia meteorológica nacional, el norte de Alberta registró mínimas de entre -40 y -50 grados Celsius, con sensaciones térmicas de hasta -60 grados debido al viento.
El resto de las provincias occidentales, como Columbia Británica, Saskatchewan y Manitoba, vieron un aumento de las temperaturas, que se situaron entre los -10 y los -20 grados, aunque todavía por debajo de los valores normales para la época del año. En el este de Canadá, las provincias atlánticas también experimentaron una mejora del clima, con máximas por encima de los cero grados, mientras que Ontario y Quebec se mantuvieron en el rango de los -10 a los -20 grados.
La ola de frío extremo que afectó a Canadá durante la primera quincena de enero fue causada por una masa de aire ártico que se desplazó hacia el sur, creando condiciones peligrosas para la salud y la seguridad de las personas y los animales. Según Environment Canada, el frío extremo puede provocar hipotermia, congelación, daños en los órganos internos y hasta la muerte. Por ello, la agencia recomendó a los canadienses que se abrigaran bien, que evitaran las actividades al aire libre y que prestaran atención a las alertas meteorológicas.
La ola de frío también tuvo un impacto en el sistema eléctrico de Alberta, que se vio sometido a una gran demanda de energía y a una escasez de suministro. El 14 de enero, el Operador del Sistema Eléctrico de Alberta (AESO, por sus siglas en inglés) emitió una alerta de emergencia y pidió a los albertanos que redujeran su consumo de electricidad al mínimo indispensable, para evitar cortes rotativos de energía. La alerta se levantó al día siguiente, cuando se restableció el equilibrio entre la oferta y la demanda de electricidad.
Según los pronósticos de Environment Canada, se espera que el norte de Alberta salga de la ola de frío el 21 de enero, y que las temperaturas se normalicen gradualmente en todo el país a partir de la próxima semana.