El 25 de enero de 2024, el gobierno de Qatar acusó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de obstaculizar deliberadamente las negociaciones de cese al fuego y liberación de rehenes con Hamas para su beneficio político personal. Majed al-Ansari, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Doha, expresó su consternación por los comentarios filtrados supuestamente hechos por Netanyahu, en los que criticaba los esfuerzos de mediación de Qatar en la guerra en Gaza.
Al-Ansari calificó los comentarios del líder israelí como “irresponsables y destructivos”, pero «no sorprendentes». Según él, si los comentarios reportados resultan ser ciertos, Netanyahu estaría obstaculizando y socavando el proceso de mediación, aparentemente para servir a su carrera política en lugar de priorizar la salvación de vidas inocentes, incluyendo rehenes israelíes.
Las declaraciones de Al-Ansari se produjeron en respuesta a las grabaciones de una reunión a puerta cerrada de Netanyahu con familiares de rehenes obtenidas por el Canal 12 de Israel. En estas, Netanyahu habría dicho que el papel de Qatar en el proceso de mediación era “problemático” y que no había agradecido a Doha por sus esfuerzos hasta la fecha.
El ministro de finanzas de extrema derecha de Israel, Bezalel Smotrich, avivó la controversia con una publicación en la que acusaba a Qatar de ser responsable del ataque de Hamas del 7 de octubre, calificando al estado del Golfo como el “patrocinador de Hamas” y «un país que apoya y financia el terrorismo».
La oficina de Netanyahu aún no ha emitido una respuesta pública a estas acusaciones. Este conflicto amenaza con complicar aún más las ya difíciles negociaciones sobre ayuda, un cese al fuego y la liberación de aproximadamente 130 rehenes que se cree aún están cautivos en la Franja de Gaza.