El 8 de febrero de 2024, se llevó a cabo en Ottawa una cumbre nacional para abordar el problema del robo de vehículos. El primer ministro Justin Trudeau encabezó el evento, donde se discutieron estrategias para enfrentar este delito.
Trudeau destacó la necesidad de penalidades más estrictas para los delincuentes involucrados en el robo de autos. En su discurso, también hizo una referencia directa al rival conservador Pierre Poilievre, señalando que las frases pegajosas y los videos de dos minutos no resolverán el problema. Además, insinuó la importancia de incentivar a los fabricantes de automóviles para que instalen tecnología antirrobo más rígida en sus vehículos.
La cumbre contó con la participación de funcionarios de diversos niveles de gobierno, así como líderes de la industria y representantes policiales. Según el gobierno federal, aproximadamente 90,000 autos son robados anualmente en Canadá, lo que resulta en alrededor de mil millones de dólares en costos para los asegurados y los contribuyentes canadienses. Además, se señala que el robo de autos cada vez más involucra a grupos del crimen organizado, y las ganancias de estos delitos se utilizan para financiar otras actividades ilegales. La mayoría de los autos robados que se envían al extranjero tienen como destino África y el Medio Oriente.
Recientemente, el gobierno destinó 28 millones de dólares para combatir la exportación de vehículos robados, en respuesta a la presión constante de los conservadores federales, quienes han estado proponiendo ideas para abordar este problema.