En un fenómeno que recuerda a la histórica fiebre del oro, la búsqueda de hidrógeno natural se ha convertido en una prioridad en varias partes del mundo, incluyendo España, Alemania, Australia y Estados Unidos. Sin embargo, Canadá también está participando activamente en esta carrera por encontrar una fuente de energía limpia y sostenible.
Denis Brière, petrofísico y vicepresidente de la compañía energética Chapman Hydrogen and Petroleum Engineering, con sede en Calgary, ha estado involucrado en la búsqueda de hidrógeno natural. Tras contribuir al descubrimiento del primer depósito de hidrógeno natural del mundo en África occidental, Brière ahora tiene la esperanza de encontrar un yacimiento similar en Canadá. La empresa canadiense Hydroma, con sede en Montreal, también desempeñó un papel crucial al descubrir hidrógeno en Malí en 1987 mientras perforaba en busca de agua. Aunque inicialmente se consideró un fracaso debido a la falta de agua, resultó que el pozo contenía un asombroso 98% de hidrógeno puro. Desde entonces, el pozo de Bourakébougou en Malí se ha convertido en el único sitio de extracción de hidrógeno natural desarrollado en el mundo hasta la fecha.
El hidrógeno se perfila como un combustible esencial para descarbonizar la economía mundial, ya que su uso no genera dióxido de carbono. Canadá, con su vasto territorio y recursos naturales, está bien posicionado para aprovechar este potencial. Las rocas similares a las de Malí se encuentran en el Escudo Canadiense, lo que aumenta las posibilidades de éxito en la búsqueda de hidrógeno.
En resumen, la fiebre del oro por el hidrógeno natural está en pleno apogeo, y Canadá está liderando la carga hacia un futuro más limpio y sostenible.