El Tribunal Supremo de Canadá (SCC, por sus siglas en inglés) ha tomado una decisión reciente que ha tenido un impacto sutil pero importante en la ley canadiense de agresión sexual. Esta decisión se centra en los temas de consentimiento y fraude.
El caso de R v Kirkpatrick involucró a un hombre acusado de no usar un condón durante el sexo con la denunciante contra sus deseos. El 29 de julio de este año, los nueve jueces del SCC estuvieron de acuerdo con el fallo del Tribunal de Apelación de Columbia Británica (BCCA, por sus siglas en inglés) que ordenaba un nuevo juicio después de la absolución inicial de Kirkpatrick.
La ley de agresión sexual en Canadá opera bajo el consentimiento. El marco actualizado para analizar el consentimiento en los casos de agresión sexual se estableció en la decisión del SCC de 2014 de R v Hutchinson1. En este caso, se solidificó un análisis de dos pasos: primero, el tribunal debe preguntarse si hay alguna evidencia de que la denunciante consintió la actividad sexual en cuestión. Si no la hay, entonces no hubo consentimiento. Sin embargo, si hay alguna evidencia de consentimiento por parte de la denunciante, los jueces pasarán a un segundo paso en su análisis donde deben considerar si el consentimiento de la denunciante fue viciado por fraude.
Para establecer fraude, una denunciante debe demostrar dos cosas: 1) un engaño por parte del acusado, y 2) que experimentaron una privación o un riesgo de privación debido a las acciones del acusado. Estos detalles específicos en cuanto al fraude surgieron en el caso anterior de R v Cuerrier, que consideró el tema de la no divulgación del VIH y su efecto en el consentimiento, y se reiteraron en Hutchinson.
Si, en este segundo paso, se descubre que de hecho hubo fraude por parte del acusado que vició el consentimiento de la denunciante (engaño y privación), el aparente consentimiento de la denunciante establecido en el primer paso del análisis se considera viciado, es decir, si hubo fraude, no hubo consentimiento.
Esta decisión del SCC podría tener implicaciones significativas para los futuros casos de agresión sexual en Canadá.