En un giro trágico de los acontecimientos, el número de víctimas mortales del ataque terrorista en el complejo del salón de conciertos Crocus City en las afueras de Moscú ha alcanzado las 115 personas. Las autoridades rusas han informado que cuatro hombres sospechosos de haber llevado a cabo el ataque han sido detenidos mientras intentaban cruzar la frontera con Ucrania.
El ataque, que es el más mortífero en la capital rusa en décadas, ocurrió el viernes por la noche cuando los atacantes, armados con armas de fuego y dispositivos incendiarios, irrumpieron en el popular complejo. El Comité de Investigación de Rusia ha confirmado que la cifra de muertos podría aumentar, ya que 121 personas resultaron heridas, algunas de ellas en estado crítico.
El Estado Islámico ha reivindicado la responsabilidad del asalto, aunque no ha proporcionado pruebas para respaldar su afirmación. Mientras tanto, Ucrania ha negado categóricamente cualquier conexión con el ataque, y funcionarios ucranianos han rechazado las acusaciones de haber recurrido a métodos terroristas.
Este atentado se produce menos de una semana después de que el presidente Vladimir Putin asegurara la victoria en unas elecciones controladas, consolidando su poder sobre el país que ha gobernado desde el cambio de siglo. Las tensiones internacionales se intensifican mientras el mundo observa cómo se desarrollan los acontecimientos tras este devastador ataque.