Donald Trump ha sufrido reveses en dos casos penales en su contra, después de que jueces en Estados Unidos rechazaran los esfuerzos del expresidente por desestimar los cargos relacionados con sus intentos de anular las elecciones de 2020 y su manejo de documentos clasificados.
En Florida, la jueza del Distrito de EE. UU., Aileen Cannon, rechazó el intento de Trump de desechar el caso que lo acusa de manejar archivos secretos del gobierno de manera inapropiada. Trump argumentó que la ley estadounidense le autorizaba a retener documentos altamente sensibles en su propiedad Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, después de dejar el cargo en 2021.
Sin embargo, los fiscales afirmaron que no estaba autorizado a mantener información secreta relacionada con la seguridad nacional de EE. UU., incluso si consideraba los registros como personales. Por separado, el juez que supervisa el caso de interferencia electoral en Georgia rechazó el argumento de Trump de que la acusación busca criminalizar el discurso político protegido por la Primera Enmienda. Aunque la Primera Enmienda garantiza el derecho a la libertad de expresión, el juez Scott McAfee escribió en su decisión que, en esta etapa previa al juicio, debe considerar el lenguaje de la acusación de manera favorable a la fiscalía.
Estas decisiones marcan los últimos acontecimientos en los continuos esfuerzos de Trump y su equipo legal por impugnar las cuatro acusaciones penales en su contra, dos de las cuales se relacionan con sus intentos de revertir los resultados de las elecciones de 2020.