En un giro inesperado en el juicio por pagos clandestinos en Nueva York, el expresidente Donald Trump ha tomado medidas para revertir la situación a su favor. Durante el segundo día de selección del jurado, Trump fue reprendido por el juez por intentar “intimidar” a los posibles jurados. A pesar de este contratiempo, el equipo legal de Trump parece estar buscando estrategias para influir en la percepción pública y en el proceso judicial.
El juicio, que ha capturado la atención de la nación, está en curso con la selección de los primeros siete jurados el martes. Se espera que el juicio sea histórico, ya que es la primera vez que un expresidente enfrenta un juicio penal en la ciudad de Nueva York. La acusación se centra en los supuestos pagos de dinero para silenciar asuntos que podrían haber afectado su campaña presidencial.
Trump, conocido por su habilidad para controlar la narrativa, no ha perdido tiempo en expresar su descontento con el proceso, calificándolo de “estafa” fuera de la sala del tribunal. Su defensa ha cuestionado la imparcialidad del proceso y ha insinuado que el juicio tiene motivaciones políticas.
A medida que avanza el juicio, todos los ojos están puestos en cómo Trump y su equipo legal manejarán los desafíos que se presenten y si podrán “cambiar el guion” de un juicio que podría tener implicaciones significativas para su futuro político y personal.