El Ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, expresó su asombro al enterarse de que muestras de los mortales virus Ébola y Nipah habían sido enviadas desde el laboratorio de máxima seguridad de Canadá en Winnipeg a China. Durante una reunión del Comité Canadá-China en la Cámara de los Comunes el 15 de abril, el diputado del NDP, Charlie Angus, cuestionó cómo fue posible que los científicos del laboratorio de Winnipeg, Xiangguo Qiu y Keding Cheng, estuvieran involucrados en el envío de estos virus vivos en un vuelo comercial de Air Canada. El ministro LeBlanc respondió: “Cuando vi ese informe, tuve la misma reacción que usted”.
El Laboratorio Nacional de Microbiología (NML) en Winnipeg envió 15 cepas diferentes de los virus Nipah y Ébola al Instituto de Virología de Wuhan (WIV) en China el 31 de marzo de 2019. El paquete se envió desde Winnipeg a Toronto y luego a Beijing a través de un vuelo comercial de Air Canada. La solicitud para el envío de los virus fue facilitada por la científica Xiangguo Qiu. Finalmente, la administración del NML aprobó los envíos .
La pareja casada, Qiu y Cheng, fue escoltada fuera del NML en julio de 2019 mientras estaba bajo investigación de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP). Ambos fueron despedidos de sus puestos el 20 de enero de 2021 debido a vínculos no revelados con entidades del régimen chino. En 2021, en respuesta a las preguntas de los diputados sobre por qué el NML envió muestras de virus al laboratorio de Wuhan, la administración del laboratorio afirmó que el envío siguió todos los protocolos adecuados y se realizó en respuesta a una carta del laboratorio chino indicando que se utilizarían para comprender la patofisiología (naturaleza de la infección) y el desarrollo de antivirales. Sin embargo, documentos de inteligencia desclasificados revelan que la científica Qiu también envió anticuerpos y otros materiales a China sin aprobación previa. Los envíos incluyeron anticuerpos para el Instituto Nacional de Control de Alimentos y Medicamentos de China, así como pequeñas cantidades enviadas a laboratorios en el Reino Unido y los Estados Unidos para pruebas.
Este incidente plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y la cooperación internacional en la investigación de enfermedades infecciosas.