En un giro reciente de los acontecimientos políticos en Canadá, los Primeros Ministros de las provincias han emitido una advertencia firme contra la intromisión del gobierno federal en asuntos que caen bajo la jurisdicción provincial. Este conflicto surge en respuesta al presupuesto federal de 2024 presentado por Freeland, que ha sido objeto de serias objeciones por parte del Consejo de la Federación.
En una carta dirigida al Primer Ministro Justin Trudeau, los líderes provinciales y territoriales expresaron su preocupación por la tendencia de Ottawa de sobrepasar los límites de su autoridad, especialmente en sectores clave como la salud, la educación y la vivienda. Los Primeros Ministros enfatizaron la necesidad de compensaciones financieras continuas y sin condiciones que representen una parte justa para cada gobierno.
El Consejo, presidido actualmente por el Primer Ministro de Nueva Escocia, Tim Houston, criticó el presupuesto de Freeland por no considerar adecuadamente las prioridades provinciales. Además, señalaron que los programas federales nuevos creados sin un compromiso de financiamiento a largo plazo terminan imponiendo una carga financiera adicional sobre las provincias y territorios.
La disputa entre Quebec y el gobierno federal es particularmente notable, ya que la provincia ha estado en un enfrentamiento de meses con Ottawa, exigiendo compensación financiera por los servicios prestados a los migrantes que terminan en la provincia.
El Primer Ministro Trudeau, por su parte, ha reiterado su prioridad de trabajar en colaboración con las provincias, pero también ha dejado claro que no dudará en actuar por su cuenta si es necesario, siempre respetando la Constitución y buscando asegurar un futuro más prometedor para todos los canadienses.
Este llamado a la acción de los Primeros Ministros subraya la tensión continua entre los niveles de gobierno en Canadá y plantea preguntas sobre el equilibrio de poder y la autonomía provincial en el futuro.