En Canadá, los consumidores están enfrentando el fenómeno de la “shrinkflation”, una táctica donde las empresas reducen el volumen o peso de un producto sin disminuir el precio. A pesar de que las tasas de inflación están comenzando a disminuir, los canadienses siguen sintiendo la presión en la caja del supermercado. Un reciente sondeo reveló que el 84% de los encuestados están preocupados por la shrinkflation, notando que los tamaños de los productos están disminuyendo.
Además, uno de cada cinco canadienses dice que está pagando más de 100 dólares adicionales por semana en comestibles en comparación con seis meses atrás, antes de que la inflación incrementara los precios de los alimentos en todo el país. La inflación de los precios de los alimentos alcanzó alrededor del 10% en marzo y febrero, según Estadísticas de Canadá.
Los expertos sugieren que la transparencia es clave para mantener la confianza del consumidor. Recomiendan que los consumidores estén atentos a la cantidad y calidad de los productos, ya que algunos ingredientes están siendo reemplazados por otros más baratos como medida de reducción de costos.