Los restos del soldado desconocido de Terranova fueron transferidos a posesión canadiense durante una ceremonia en Beaumont-Hamel, al norte de Francia. En un día brillante con cielos azules, se llevó a cabo una emotiva ceremonia para traer a casa al soldado desconocido a Terranova, más de 100 años después de la Primera Guerra Mundial.
El himno nacional de Canadá, La Marsellesa, el Último Post y la Oda a Terranova resonaron en el campo de batalla centenario que normalmente permanece en silencio, recordando una de las mayores catástrofes en la historia de la provincia.
Los restos del soldado serán reinhumados en una nueva cámara funeraria de granito construida en la base del Monumento Nacional de Guerra de Terranova en St. John’s. Es un momento de cierre para muchos, aunque la tragedia ocurrida hace más de 100 años sigue siendo dolorosa en la memoria de la gente de Terranova y Labrador. Para Frank Sullivan, miembro de la Legión Real Canadiense de Terranova y Labrador, este momento es inolvidable: “Cuando fue entregado por el ejército francés y transferido a nuestro ejército canadiense, oh, no puedo describir con palabras el sentimiento”.
El sueño de crear una tumba para el soldado desconocido en St. John’s finalmente se ha hecho realidad, y la provincia da la bienvenida a su hijo perdido hace tanto tiempo.