El gobierno de Alberta, liderado por la Premier Danielle Smith, ha concluido la sesión legislativa de primavera con la aprobación de un conjunto de leyes controvertidas que han sido criticadas por su potencial para centralizar el poder provincial. Las leyes aprobadas permitirán al gobierno del Partido Conservador Unido (UCP) dividir los Servicios de Salud de Alberta en cuatro organizaciones y crear una corporación estatal dedicada a la investigación en adicciones y salud mental.
Entre las leyes que han generado mayor controversia se encuentran tres que otorgan al gobierno más autoridad sobre municipios, juntas escolares e instituciones postsecundarias, o facilitan el ejercicio de poderes ya existentes. La ley más destacada es la que permite al gobierno provincial supervisar cualquier financiamiento federal a entidades provinciales; otra ley cambia la ley de financiamiento de campañas electorales municipales, mejora los poderes del gobierno para remover concejales o anular ordenanzas, limita las opciones de voto para votantes sin identificación y permite nombres de partidos políticos en las boletas de Edmonton y Calgary; y una tercera ley que permitiría al gobierno tomar el mando de una respuesta a emergencias locales sin declarar una emergencia provincial y habilita la desviación de agua durante una sequía.
Estas medidas han provocado una fuerte reacción por parte de las municipalidades y otros grupos de interés, quienes las han calificado de antidemocráticas y un exceso de poder por parte del gobierno provincial. La rápida aprobación de estas leyes, con tiempos de debate limitados, ha sido condenada por la oposición, acusando al gobierno de Smith de intimidar y amedrentar a cualquier funcionario local que se oponga públicamente a sus políticas.
Este conjunto de leyes marca un momento significativo en la política de Alberta, donde las tensiones entre el gobierno provincial y otras entidades gubernamentales continúan escalando.