Carolyn Parrish, recién elegida como alcaldesa de Mississauga, ha anunciado que no esperará a su juramentación para comenzar a trabajar en su nuevo cargo. Tras una elección que contó con la participación de poco más de un cuarto de los votantes elegibles, Parrish se proclamó victoriosa, declarando que su triunfo representa un avance para el futuro de la ciudad.
Durante su campaña, Parrish lideró las encuestas de opinión a pesar de rechazar la mayoría de los debates y apariciones en medios, una estrategia que sus oponentes criticaron. En su discurso de victoria, enfatizó su compromiso de ayudar a aquellos que luchan con el creciente costo de vida, aunque no estableció objetivos concretos ni presentó una plataforma con costos detallados.
Los votantes señalaron que la vivienda y la asequibilidad eran algunas de las principales preocupaciones en un momento de expansión que ha visto a Mississauga crecer hasta convertirse en la tercera ciudad más grande de Ontario y la séptima de Canadá. Parrish, con 35 años de experiencia política, recibió 43,494 votos, superando a su rival más cercano, Alvin Tedjo, quien obtuvo 35,005 votos.
Parrish será solo la tercera política en ocupar el cargo desde 1978, después de Bonnie Crombie y la exalcaldesa de larga data, Hazel McCallion. Después de su discurso de victoria, Parrish dejó de lado su guión preparado y declaró que la región será más fuerte porque habrá “tres alcaldes que realmente se llevan bien”, lo que será formidable cuando se presenten ante el gobierno provincial en Queen’s Park o el federal en Ottawa para solicitar una distribución justa de los fondos.