Con la llegada del verano, millones de personas están experimentando temperaturas extremadamente altas en diversas partes del mundo. Este fenómeno de calor intenso ha afectado a numerosas regiones, desde América del Norte y Europa hasta Asia y Australia, provocando preocupaciones sobre la salud pública y el impacto en el cambio climático.
En América del Norte, se han registrado récords de calor en varias ciudades importantes, con temperaturas que han superado los 40 grados Celsius en algunas áreas. En Europa, países como España, Italia y Grecia han enfrentado olas de calor severas, que han llevado a las autoridades a implementar medidas de emergencia para proteger a la población vulnerable, como los ancianos y los niños.
En Asia, países como India y Pakistán están lidiando con temperaturas extremas que han superado los 45 grados Celsius, complicando aún más los desafíos de salud pública en medio de la pandemia de COVID-19. En Australia, donde el verano ha llegado con fuerza, se han emitido advertencias por calor extremo y riesgo de incendios forestales debido a las condiciones secas y ventosas.
Este aumento en las temperaturas extremas ha renovado las preocupaciones sobre los efectos del cambio climático, con expertos advirtiendo que eventos meteorológicos más intensos y frecuentes podrían convertirse en la nueva normalidad. Las autoridades y organizaciones están instando a la población a tomar precauciones, como mantenerse hidratados, evitar la exposición directa al sol durante las horas pico y estar alerta ante señales de golpe de calor y agotamiento por el calor.